El Papa Francisco ha expresado su consternación ante lo que él percibe como «hipocresía» en las críticas dirigidas hacia su reciente decisión de permitir que los sacerdotes bendigan a parejas del mismo sexo, considerándola posiblemente como una de sus defensas más enérgicas de esta medida.
Las bendiciones dirigidas a personas LGBTTTI fueron oficialmente autorizadas el mes pasado mediante un documento vaticano conocido como Fiducia Supplicans (Fideicomiso de Suplicación), sin embargo, esta medida ha enfrentado una resistencia significativa dentro de la Iglesia Católica, especialmente por parte de algunos obispos africanos.
Francisco compartió sus reflexiones con la revista católica italiana Credere, señalando que mientras nadie parece escandalizarse cuando bendice a un hombre de negocios que podría estar involucrado en prácticas explotadoras, surge un gran revuelo cuando ofrece bendiciones a personas homosexuales. En sus palabras, esta disparidad representa una forma de hipocresía.
La entrevista con Francisco fue adelantada por Credere y publicada al día siguiente. En ella, el Papa también enfatizó su política de acogida hacia las personas LGBTTTI y aquellos que se han vuelto a casar después de un divorcio, reiterando su mantra de «A todos, a todos, a todos», que ya había mencionado durante un festival juvenil católico en Portugal el pasado agosto.
Desde el inicio de su papado, Francisco ha abogado por una Iglesia más inclusiva y menos crítica, recordando su famosa pregunta inicial: «¿Quién soy yo para juzgar?» cuando se le consultó sobre la homosexualidad. Sin embargo, esta postura ha generado críticas por parte de los conservadores, quienes argumentan que podría socavar las enseñanzas morales de la Iglesia.
A pesar de las reacciones en contra, el Papa ha defendido repetidamente la Fiducia Supplicans, aunque también ha reconocido la importancia de considerar las sensibilidades locales al otorgar estas bendiciones. Asimismo, ha aclarado que otorgar estas bendiciones no implica una aprobación formal de la Iglesia hacia las uniones entre personas del mismo sexo.
Francisco también ha señalado que cuando los sacerdotes otorgan estas bendiciones, no están bendiciendo la unión en sí misma, sino simplemente a las personas que han solicitado la bendición juntas. Esta distinción es fundamental para comprender su postura sobre el tema.
En una entrevista reciente con el diario italiano La Stampa, el Papa expresó su esperanza de que con el tiempo, aquellos que critican estas bendiciones lleguen a comprenderlas mejor. Sin embargo, reconoció que la oposición a la homosexualidad en África representa un desafío único, dada la severidad de las penalizaciones en algunos países africanos, donde la homosexualidad puede ser castigada con prisión o incluso con la pena de muerte.